¡COMENZAMOS LOS RINCONES DE TRABAJO!

Una de nuestras propuestas metodológicas son los rincones de trabajo. Con ellos pretendemos que los niños trabajen con autonomía, manipulen, experimenten, cooperen, compartan conocimientos (aciertos y errores), en definitiva, que sean constructores de su propio aprendizaje.

Justo después de San Mateo, iniciamos un camino que nos va a acompañar a lo largo de los tres años de infantil. Inventores, geometría, números, letras y motricidad fina, estos son los cinco rincones con los que vamos a trabajar. Los cinco rincones están interrelacionados, los aprendizajes que se generan en cada uno de ellos complementan y facilitan futuros aprendizajes que nos servirán para cualquier rincón y, sobre todo, para la vida fuera del aula.

Para trabajar por rincones, creamos cinco espacios organizados. Cada día los niños van a uno de ellos, de manera que, al finalizar la semana, los niños han trabajado en todos. A la hora de los rincones, cada grupo trabaja de manera independiente y autónoma, intentando solucionar las diferentes dificultades que les van surgiendo y, en el caso de que no puedan, teniendo la paciencia necesaria para esperar la llegada del profesor.

Nuestra labor como maestros consiste en motivarles, dejarles que lo intenten por si solos, valorando siempre el esfuerzo y las posibilidades de cada niño, ayudándoles a construir sus aprendizajes respetando el ritmo de cada uno, reforzando siempre al que lo necesita y moderando las diferentes asambleas que surgen o hacemos surgir, antes, durante y después de los rincones.

Con los rincones, fomentamos el trabajo en equipo proponiendo actividades que impliquen llegar a acuerdos, debatir, defender sus puntos de vista y aceptar los puntos de vista de los otros. Para ello deben ser capaces de:

• Expresar sus ideas y defenderlas.
• Rebatir los argumentos con los que no están de acuerdo.
• Escuchar los argumentos de los demás con la “mente abierta”, para ser capaces de desechar      las ideas que no aportan o no son correctas, aunque sean las propias.
• Potenciar el respeto por las ideas de los demás, aunque no las compartan.
• Potenciar actitudes de participación y ayuda.

En definitiva, lo que pretendemos es que, junto a sus compañeros, sean los creadores de su propio aprendizaje, dejándoles explorar y encontrar el camino. Sin agobiarles, sin hacerles quemar etapas innecesariamente, dejándoles disfrutar del placer del descubrimiento, de sentirse grupo, de descubrir, investigar, crear, innovar… Que aprendan a aprender.